Dios nos habla con amor como un padre a sus pequeñas hijas y nos invita a no descuidar nada de lo que somos, nos invita a que integralmente pongamos atención a nuestro ser entero, en 1ª de Tesalonicenses 5:24, dice “Ahora que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva”.
La vida se compone de pequeños detalles diarios, no es que en un día hagamos una sola cosa grande y ya haya sido todo; cada una de nosotras llenamos el día de un sinfín de labores, algunas además de todo lo que se hace en casa, trabajamos secularmente, y así cada día gastamos nuestro tiempo, la realidad es que pocas ocasiones he visto a una mujer sin ocupación, siempre estamos resolviendo, haciendo, cocinando, atendiendo a alguien más; muchas, pero muchas veces estamos muy apuradas resolviendo las cosas “urgentes” , lo que no puede esperar, y estos asuntos se llevan nuestro día a día.
Si bien es cierto no podemos dejar de lado todo lo que hacemos, todo es necesario, pero muchas veces aplazamos lo que es realmente importante, y quiero poner unos ejemplos acerca de esto, empezaré refiriéndome al cuerpo; es necesario cuidar el cuerpo, Dios nos enseña que es templo del Espíritu Santo y nos hace una advertencia en 1ª de Corintios 3:16-17 somos templo del Espíritu, y si no lo cuidamos Dios lo destruirá; resulta que resolviendo lo urgente de cada día no tomamos el tiempo para comer sano y hacer ejercicio, existe una diferencia enorme entre comer para quitar el hambre y para nutrirnos, es importante cuidar el cuerpo teniendo cuidado con lo que comemos, y haciendo ejercicio para mantenernos sanas.
Ahora hablemos del alma, que es mente y corazón, ¿Estás tan ocupada que no conectas emocionalmente con tu familia? La casa, los deberes y el trabajo siempre nos van a esperar; pero los papás, los hijos, el esposo, sea con quien quiera que vivas no siempre van a estar ahí, ¿Tienes tiempo de calidad? ¿Conectas emocionalmente? No se trata de sólo estar presente, estoy hablando de hacer lo importante y tomar el tiempo de desarrollar relaciones interpersonales profundas y sanas; se trata de cuidar tu salud mental y emocional, somos seres relacionales, y la salud de nuestra alma está estrechamente ligada con nuestra familia.
Finalmente hablemos de nuestro espíritu, lo “urgente” se absorbe nuestros días, y dejamos de lado lo verdaderamente importante que es nuestra relación con Dios, debemos de tomar tiempo cada día para escuchar su preciosa voz a través de las escrituras; orar y abrir nuestro corazón sin prisa, Jeremías 29: 13 dice “Me buscaréis y me hallaréis porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. Es muy espiritual estar sanas en espíritu, alma y cuerpo, se requiere disciplina, se requiere hacer todos los días lo importante, mostremos amor a Dios cuidando con celo todo nuestro ser.