La seguridad de descansar en las promesas de Dios

Hoy muchas mujeres están enfrentando diversas pruebas, vivimos tiempos muy difíciles, la maldad se ha multiplicado, la crisis económica está peor que nunca, han surgido muchas enfermedades nuevas que aún los médicos no saben cómo tratar, problemas familiares, etc. Por estas razones muchas mujeres viven bajo mucho estrés, presionadas, desanimadas e incluso sin ganas de vivir.

Es aquí cuando debemos recordar las promesas que Dios nos da en su Palabra, no dejar que la crisis que se vive en el mundo nos afecte. El Salmo 91:1 nos dice que el que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Nos habla de que confiemos en Él. Cualquiera que sea la situación que estemos viviendo.

Salmo 91:3 Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Muchas de nosotras hemos sido libradas de muchos peligros. Mujeres jóvenes salen de sus casas y no saben si van a regresar, hay una persecución terrible en contra de las mujeres, aún niñas desaparecen, son privadas de la libertad. La buena noticia es que Dios ha prometido librarnos del lazo del cazador, de la peste destructora.

El Covid es como un tipo de peste, ha destruido a muchos tomando sus vidas y los que han sobrevivido les ha dejado secuelas. Aquí es donde debemos fortalecer nuestra fe y creerle a Dios, echar fuera el temor.

“Él no nos ha dado espíritu de temor, sino de Poder, Amor y Dominio propio”. 2 Timoteo 1:7

Con sus plumas nos cubrirá y debajo de sus alas estaremos seguros. Es por eso que como hijos debemos confiar y tener la seguridad que él está con nosotros.

“El Ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende” Salmo 34:7

Salmo 91:10 “No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos”. Esto nos habla de que ninguna enfermedad podrá tocarnos o dañarnos, es una promesa maravillosa de parte de Dios para sus hijos.

Ha prometido enviar a sus ángeles cerca de nosotros para que nos guarden a donde quiera que vayamos, para que caminemos confiadas de que Dios va con nosotros. Tomemos la palabra y guardémosla en lo más profundo de nuestro corazón. Para Dios no hay imposibles, por muy difícil y complicado que sea lo que estamos viviendo el Señor nos ayuda, nos guía por el camino por donde debemos ir.

Aunque ande en valle de sombra o de muerte no temeremos mal alguno, porque en Cristo estamos seguras.  No estamos solas, Dios es fiel a su Palabra, ha prometido estar con nosotros hasta el fin de los tiempos.

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