¨Los creyentes tienen la obligación de usar canales para la conversión de los paganos¨
Guillermo Carey (misionero inglés a la India, 1872).
Hay una tarea que cumplir para los cristianos de todos los tiempos: El anuncio del Evangelio. Esta tarea tiene que ser hecha con urgencia a pesar de los riesgos que pueda significar (Mateo 10:16-29). La soberanía de Dios en el quehacer de nuestra misión debe significar descanso al saber que Él tiene todo bajo control, aún la persecución, pero también la soberanía de Dios debe ser el acicate de la iglesia para dejar excusas o postergaciones ya que, si decimos que Dios es soberano, entonces nosotros como sus siervos debemos obedecer con prontitud. Debido a que la misión puede conllevar riesgos, somos exhortados a cumplir la misión con ¨astucia¨, siendo ¨prudentes, sabios, sensibles¨ (de la palabra griega phronumoi) como lo dice Jesús en Mateo 10:16. Verdaderamente se requiere esta astucia cuando llevamos el Evangelio a otras culturas por las implicaciones y retos de ir a mundos culturales desconocidos.
El misionero y traductor inglés Guillermo Carey en los años 1800 propuso que la iglesia local tenía la responsabilidad de ser astuta y planear en sabiduría y astucia la misión de Dios a otras culturas por lo que propuso que los creyentes deberían organizarse y usar ¨canales¨ (organizaciones, estructuras, asociaciones) para llevar el Evangelio ya que la iglesia local como organismo estaba ocupada en sus propias tareas dentro de su país. Las iglesias de Inglaterra vieron que la tarea de enviar personal misionero a otras culturas requería de ¨canales y sociedades¨ interdependientes con la iglesia local. Treinta sociedades misioneras de ellas fueron organizadas durante los siguientes 30 años de esta propuesta de G Carey y de esta manera las iglesias inglesas enviaron a decenas de misioneros a varias culturas del mundo.
El pasaje de Hechos 13, nos muestra la experiencia de la iglesia de Antioquía al enviar a los misioneros Pablo y Bernabé. De esa experiencia podemos aprender las siguientes 3 lecciones respecto a la astucia que requiere la obediencia de la misión a otras culturas.
Lección 1: Dependencia e independencia: Iglesia local y equipo misionero.
Podemos enfatizar varios aspectos del tema del envío misionero en la experiencia de la iglesia de Antioquía tales como: Personas de la iglesia de Antioquía participando y adorando como iglesia (v.1 maestros y profetas); imposición de manos para el despegue misionero, apoyo y comisión misionera (v.3 Les impusieron las manos y los enviaron); comunicación entre iglesia local y los misioneros enviados (Bernabé y Saulo Hch15:2); rendición de informes de los avances misioneros realizados (Hch 14:26; 15:35) éstos aspectos deben de tomarse a la luzde que la iglesia de Antioquía y su liderazgo, nunca se apoderaron de los misioneros y la obra que éstos realizaban dándole órdenes o estrategias y fiscalizándoles, de hecho, de toda la correspondencia de Pablo en el Nuevo Testamento no encontramos un informe misionero dirigido a la iglesia de Antioquía. Esto es muy significativo.
El modelo misionero de la Iglesia de Antioquía fue de mucha astucia ya que tomaron responsabilidad (v.3) y entendieron como iglesia que no podían tomar protagonismo ni control de todo lo que implicaría la misión fuera de su cultura por lo que dejaron que los misioneros enviados se organizaron ellos mismos. La relación entre la iglesia de Antioquía y los misioneros fue de respeto, independencia, organización, unidad, confianza, dependencia, apoyo y libertad. Tal parece que este modelo reflejaba el ejercicio de la astucia para la misión, pero sobre todo de sujeción al verdadero dueño de la misión: El Espíritu Santo.
Lección 2: El Espíritu Santo; protagonista, estratega, e impulsor de la misión.
La iglesia local de Antioquía no podría manejar la obra misionera que tenía por delante ya que iba más allá de sus fuerzas humanas y posibles estructuras de liderazgo locales por lo que en el relato misionero del libro de los Hechos no mencionará en la historia que relata a Antioquía como la protagonista misionera sino al mismo Espíritu Santo. La tremenda tarea de la misión requeriría esta dirección divina pero también de la astucia que el Espíritu daría a los misioneros, ya que enfrentarían todo tipo de oposiciones (2 Co 11:23-28). Los misioneros enviados por Antioquía necesitarían organizarse ellos mismos, es decir formar una estructura misionera. En este sentido vemos que el binomio misionero (Pablo y Bernabé) tuvieron la libertad de organizar sus rutas de predicación, tomar decisiones sobre quiénes serían sus compañeros de viaje (Hch. 13:4,5), pero también de arreglar sus asuntos misioneros como una sociedad aparte de la iglesia local (Hch. 15:36). Esta astucia para la misión fue gobernada y dirigida por el Espíritu Santo quien empoderó (Hch 1:8) y guió la obra misionera usando todos los medios y canales necesarios para la expansión del Evangelio.
Lección 3: Las estructuras misioneras como herramienta de astucia para la misión.
La iglesia evangélica históricamente reconoció los retos de la obra misionera hacia otras culturas y con astucia ha buscado organizarse y buscar ayuda de ¨expertos o gente de experiencia¨ que le presten sus servicios y conexiones en otras culturas para enviar a sus misioneros, para ello ha organizado o ha echado mano de agencias o estructuras misioneras. Existen tres tipos de estructuras o agencias misioneras las cuales presentamos a continuación. Mencionó también los retos que pueden surgir al enviar obreros a otras culturas con estas agencias.
Agencia misionera local: Las iglesias de manera individual organizan una agencia misionera que sirve a sus propios misioneros y se dedica a investigar, entrenar y gestionar todo lo necesario para llevar, cuidar y dar apoyo a sus misioneros en otras culturas. El reto es que todos los de la iglesia local terminan desbordados y ofreciendo un servicio de poca calidad, lo cual restará eficacia y expondrá a riesgos a sus propios misioneros y a los nuevos discípulos.
Agencia misionera denominacional: La denominación en un país toma la responsabilidad y se organiza para enviar sus propios misioneros. Este tipo de Agencia ofrece mejor cuidado y recursos a sus misioneros debido a que tiene más fuerza como bloque denominacional de iglesias. Regularmente este tipo de agencia pretende transmitir mejor el ADN denominacional a los nuevos campos misionales en otras culturas. Los retos que enfrenta este tipo de agencia es que sus misioneros encontrarán la necesidad de hacer equipo con otros esfuerzos denominacionales en el campo ante la realidad de hostilidad y aridez espiritual. También debido al énfasis denominacional la tentación es no ser flexibles en sus tendencias denominacionales por lo que la obra misionera puede convertirse en ¨colonización denominacional¨ donde lo más importante no es la gente ni la proclamación del Evangelio sino la agenda de la denominación.
Agencia de fe: Ésta tiene relación con todas las iglesias y denominaciones evangélicas, pero no está ligada con ninguna de ellas, se distingue de las otras dos agencias por enfatizar la dependencia total de Dios para la realización de la misión de Dios. Esta Agencia busca ofrecer todos los recursos y todo el apoyo necesitado a los misioneros de las iglesias, buscando efectividad, avance y calidad antes que tonos, énfasis y apellidos denominacionales. El reto es que se necesita de mucho tiempo y recursos continuos para hacer entender a iglesias y denominaciones en los países de envío, este modelo de fe de hacer la misión.
Conclusión:
La Agencia Misionera es un canal; una forma de astucia, para encarar los retos en los campos de misión a otras culturas. Tal y como vemos en la experiencia de Bernabé, Pablo y la iglesia de Antioquía, la tarea de la misión fue realizada en interdependencia, independencia, estrategia y apoyo, esto se debió a la magnitud de la tarea de la misión. Hoy día la iglesia debe buscar sabiduría, estrategia y astucia para ir a los campos de otras culturas para predicar el Evangelio. La agencia misionera es un canal que la iglesia debería utilizar para ser efectivos en el envío de sus misioneros.